



¿Quién hubiera imaginado que cuatro minutos pueden cambiarlo todo? ¿Desde cuándo son puntuales los aviones a la hora de despegar?
Hadley ha llegado cuatro minutos tarde, lo que, bien pensado, no parece mucho: una pausa para la publicidad, el descanso entre dos clases, el tiempo que lleva calentar un plato precocinado en el microondas. Cuatro minutos no son nada.Cierra los ojos solo un instante y, cuando los vuelve a abrir, el avión ha desaparecido.Los caprichos del destino y las casualidades de la vida son el motor de esta conmovedora novela sobre lazos familiares, segundas oportunidades y primeros amores. Desarrollada a lo largo de 24 horas, la historia de Hadley y Oliver nos convence de que el amor verdadero puede aparecer en nuestras vidas cuando menos lo esperamos.

No pensaba que me impresionaría y se convirtiera en uno de mis libros favoritos, pero si que pensaba que me llegaría gustar como para recordarlo y darle buena puntuación, pero no ha sido el caso.
Hadley es una chica inmadura, tiene diecisiete años pero es como si tuviera seis o siete años menos, no he llegado a conectar con ella, algunos momentos me sacaba de mis casillas, es una chica muy pesada, tan pesada como ha sido la lectura. Desde un principio toda la historia comienza a ser muy surrealista, la protagonista pierde un vuelo por mil motivos que le ha ocurrido nada más en una hora... Se puede tener malos días pero la autora exagera muchíiiisimo...
Hadley queda atrapada en el Aeropuerto JFK de Nueva York. Encima llega tarde a la boda de su padre (que casualidad) con una mujer que Hadley ni siquiera conoce y que pronto será su madrastra. Entonces aparece él, Oliver, un chico británico y muy simpático, me daba mucha pena que tuviera que aguantar a la pesada de Hadley, pobre chico... Inmediatamente los dos se hacen amigos, empiezan a hablar y a lo largo de 24 horas comienza una bonita historia entre ellos dos, algo negativo para mi ya que odio y requeté odio los "Instalove".

Y la historia como he dicho gira entorno a la relación, teniendo algunos flashback de su pasado y así sucesivamente, por ese motivo me ha parecido una lectura muy pesada y muy repetitiva, y menos mal que la autora mete un poco de por medio algo más...
Si queréis un libro romántico pienso que es no es el adecuado, aunque Oliver y Hadley se enamoran inesperadamente, no es un libro que nos haga dar suspiros... con grandes citas y escenas bonitas...


Los personajes secundarios me gustaron bastante, sobre todo Oliver, es un chico inteligente y me gusto muchísimo más su personaje. También me gustó Charlotte, no es la típica madrastra malvada. Violet que es la amiga de Charlotte, parecía que tenía el bolsillo de doraemon, de repente te sacaba una planchas como unas tenacillas en medio de la iglesia, en cambio es la que más me ha gustado de todo el libro.
Tengo la sensación de que si el libro lo hubiera leído en mi época de engancharme a la lectura podría haberme gustado mucho más o si lo hubiera leído con otra edad. El libro es muy cortito y se lee rápidamente pero tengo que admitir que a mi me ha costado mucho terminarlo, no llegaba a engancharme y no sabía por donde cogerlo.
Creo que no voy a leer nada más de la autora, me gusta como escribe pero no me gusta demasiado su imaginación (quitando la relación de padre e hija).
En conclusión: es un libro que esperaba muchísimo más y que posiblemente por eso me ha decepcionado tanto, me ha puesto de muy mal humor. Un libro que no lo volvería a leer pero lo recomendaría para aquellas personas que tengan entre 11-17 años tal vez entiendan mejor a la protagonista ya que no he podido conectar con ella.
*He añadido el libro a la lista de Intercambios por si a alguien le interesa.